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Viajar es un placer. Abrir la mente a conocer nuevos lugares, costumbres, cultura y tradiciones puede ofrecer una sensación de bienestar similar a degustar una buena comida o ganar algún premio en la lotería.
Sin duda alguna, se desconecta de la rutina diaria. Y los estrictos horarios que impone la sociedad actual, son sustituidos por algo totalmente diferente e idílico, que supondrá un revulsivo de vitaminas para la mente y por supuesto para el cuerpo humano.
Aviones, trenes, metros, tranvías, son algunos de los medios de transporte para realizar el viaje soñado. Aunque en los últimos años la moda se está imponiendo y es posible viajar seguro en ferry a Málaga , navegando por el mar, contemplando la ciudad desde otra perspectiva.
Para el viaje en ferry se debe llevar de documentación, el DNI o pasaporte original, obviamente en vigor, similar como en cualquier otro viaje. Si viajan menores de 14 años se adjuntará libro de familia y documento nacional de identidad si se va a salir fuera de España.
Entre las ventajas que presenta el ferry, se puede transportar en la embarcación el turismo particular. Y así seguir el viaje una vez que se llega a puerto. El complemento perfecto para seguir conociendo el lugar elegido y a su vez ir totalmente descansado de conducción, al haber realizado parte del trayecto en el ferry.
Viajar en modo relax. Los ferries suelen disponer de restaurante, aseos y otros servicios a disfrutar mientras se ejecuta la ruta. Contemplar el paisaje desde el mar tomando un refresco o saboreando rica comida. También cuenta con camarotes para descansar y relajarse cuando los trayectos son nocturnos.
Más barato que viajar en avión. Los precios suelen ser fijos, con lo cual no hay que preocuparse porque suban o bajen. Ofrecen la garantía y tranquilidad de saber de antemano el dinero que se abonará para realizar el viaje.
Dada la situación mundial de pandemia, es uno de los medios más seguros. Se ejecuta fehacientemente todas las medidas de seguridad. Desde el distanciamiento social al contar con grandes espacios entre los pasajeros, hasta el acceso al aire libre en la mayoría de los buques.
El viaje en ferri cuenta también con el aliciente de ir a sitios ,que no podrían verse igual de atractivos desde otra perspectiva distinta que la que ofrece la embarcación. Con una belleza visual y otros ángulos de visión que propiciarán enfoques diferentes del destino en sí.