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La delegada María Dolores Fernández destaca la labor que realizan las catorce escuelas participantes en la lucha contra la pobreza infantil en la provincia
(Prensa Junta Andalucía) La Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación ha activado ya el Programa de Escuelas de Verano, que dentro del marco de Solidaridad y Garantía Alimentaria de Andalucía permitirá proporcionar tres comidas diarias a menores de entre 3 y 15 años residentes en zonas desfavorecidas o que formen parte de familias en situación o riesgo de exclusión social, ayudando así a mitigar la pobreza infantil. Según ha explicado la delegada Mª Dolores Fernández, el aumento de la dotación presupuestaria hasta los 2,5 millones de euros este año permitirá atender a más de 4.600 menores en 73 escuelas.
La delegada de Igualdad ha detallado que, en el caso de Málaga, se han organizado catorce escuelas de verano en la provincia, con una inversión prevista de 597.717,06 euros. Gestionadas por 8 entidades sin ánimo de lucro, está prevista la participación de 915 niños y niñas. Dolores Fernández ha visitado la escuela de verano que Animación Malacitana gestiona en el colegio Tarajal, ubicado en Los Asperones II, al que cada día acuden 50 niños y 50 niñas.
«El Ejecutivo andaluz mantiene la atención a los menores más vulnerables como una prioridad, especialmente dada la situación de emergencia social y sanitaria tras la pandemia«, ha destacado Fernández durante la presentación del programa en Los Asperones en una escuela de verano gestionada por la Animación Malacitana en el colegio Tarajal. La responsable de políticas sociales se ha referido a la elevada pobreza estructural que arrastra Andalucía, «y la pandemia ha provocado que se multipliquen las necesidades sociales de un importante número de andaluces y andaluzas, una situación que impacta directamente en cuestiones básicas como la alimentación”.
«Los datos evidencian que la experiencia de pobreza en hogares con niñas y niños tiende a ser más prolongada que en otro tipo de hogares», ha indicado. Por esta razón, ha puesto en valor el compromiso de su departamento por apoyar desde el sistema de protección social público andaluz a las familias con menores y adolescentes a su cargo «para mejorar sus condiciones de vida». «Una necesidad, la de poner el interés superior de los y las menores en el centro de todas políticas públicas, que hemos recogido ya en la futura Ley de Infancia y Adolescencia que el Parlamento andaluz aprobará este mes de julio», ha resaltado.
Ese compromiso queda reflejado, además, en el incremento de dotación presupuestaria, la mayor partida destinada a este programa, lo que permitirá ampliarlo a más de 915 menores a través de las 14 escuelas repartidas por toda la provincia y gestionadas por entidades sociales sin ánimo de lucro a través de subvenciones.
Además, ha destacado, el programa de escuelas «incide también en el fomento y la creación de empleo en nuestra comunidad en un momento de crisis como el que vivimos», ya que los recursos posibilitarán la contratación directa de más de 600 personas en zonas identificadas en el contexto de la Estrategia Regional Andaluza de Cohesión e Inclusión Social. Intervención en zonas desfavorecidas (ERACIS). Asimismo, se generará un importante número de empleos indirectos a través de las empresas de catering, seguridad, limpieza o parques de ocio.
Fernández ha defendido también las Escuelas de Verano como «una herramienta fundamental para la conciliación de la vida familiar y laboral» de las madres y padres durante estas fechas estivales. Así, ha recordado que estas escuelas organizan acciones socio educativas relacionadas con el refuerzo de los contenidos curriculares y con el aprendizaje de hábitos saludables referidos a la alimentación e higiene, así como actividades de ocio y tiempo libre tales como talleres deportivos, de reciclaje, de manualidades, teatro, playa o piscina.
«Nuestro objetivo es llegar a un sector de población muy vulnerable y garantizarle la alimentación en este periodo vacacional«, ha insistido Fernández. La delegada se ha referido así a informes de las asociaciones que trabajan por la infancia y que inciden en que el confinamiento por el coronavirus complicó las opciones de muchas familias vulnerables para acceder a productos básicos y seguir una dieta equilibrada, saludable y suficiente. Asimismo, la falta de relación con otros niños y niñas, y los obstáculos de algunas familias para conciliar, se ha traducido en situaciones de mayor estrés y mal ambiente familiar, que afecta directamente a los niños y niñas.
«De esta forma, podemos poner a disposición de la población infantil de zonas desfavorecidas una oferta de ocio alternativa y atractiva para los meses de verano, siempre con todas las garantías de seguridad frente al coronavirus», ha señalado.
Las Escuelas de Verano suponen además un entorno muy favorable para la detección de situaciones de riesgo y desprotección de los menores. «En suma, se trata de un programa que es ejemplo, además, de colaboración entre todas las administraciones y también entre el sector público y privado: la Consejería de Educación y Deporte, los servicios sociales comunitarios que derivan a las familias, los ayuntamientos que ceden los colegios y las entidades privadas sin ánimo de lucro, a fin de proteger y atender a la infancia de nuestra tierra», ha concluido Fernández.