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Cuando pensamos en cambiar nuestro coche usado por otro nuevo, siempre nos parece que en el concesionario nos ofrecen poco dinero. Lo mismo ocurre cuando utilizamos alguna de las múltiples aplicaciones que nos permiten tasar coche desde el salón de nuestra casa.
Y cuando comparamos los valores de tasación obtenidos con los precios de venta publicados en la red por vendedores que tienen vehículos similares al nuestro, vemos que son notablemente más caros.
Pero no debemos fiarnos de este último dato, ya que casi todos los vendedores particulares siguen la misma pauta: inicialmente siempre piden más de lo que pueden obtener y van rebajando los precios paulatinamente.
Además, tienden a conservar un sobreprecio final para poder realizar el sempiterno descuento que todo comprador avezado les pedirá antes de formalizar la operación.
Factores que más pesan a la hora de tasar un vehículo usado
Cuando acudimos a tasar un coche de manera formal y presencial, los factores que el tasador tendrá más en cuenta, por este orden, son los siguientes:
- Fecha de primera matriculación
- Número de kilómetros recorridos
- Estado mecánico
- Aspecto estético del vehículo: exterior e interior
Contrariamente a lo que la mayoría de la gente cree, los extras influyen muy poco en la tasación de un coche usado.
La excepción son los vehículos de altísima exclusividad, y no hablamos de un simple BMW o Mercedes, sino que nos referimos a caprichos rodantes como puedan ser un Ferrari o un Bentley.
Cómo conocer el valor real de tasación de nuestro coche
El mecanismo es el siguiente:
Primero, utilizaremos tres o cuatro calculadoras de tasación automatizadas. De los valores obtenidos, que serán muy similares, sacaremos la media.
A continuación, consultaremos en las plataformas de compraventa los precios solicitados por los propietarios de modelos como el nuestro, matriculados en el mismo año y con un kilometraje parecido. Igualmente, obtendremos la media de los precios.
Y entonces calcularemos la media de las dos medias, valga la redundancia: es decir, sumaremos el primer valor al segundo y dividiremos por dos. Ese precio se corresponderá, con mucha exactitud, al valor real por el que podríamos vender el vehículo por nuestros propios medios.
Si tenemos pensado entregar nuestro coche en un concesionario a cambio de otro nuevo o vendérselo a un profesional de la compraventa, del valor calculado habremos de restar en torno a un 35 %, que corresponde al margen comercial de reventa del vehículo.
Y si necesitamos dinero urgente y optamos por una empresa de compraventa inmediata, la merma sobre el valor de tasación puede alcanzar hasta el 50 %.
La alternativa rápida es consultar las tablas de precios de coches usados publicadas por GANVAM o Eurotax, que son de pago.
Consejos para aumentar el valor de tasación
Mediante unas sencillas operaciones podemos conseguir que el tasador oficial añada un buen puñado de euros al valor definitivo de tasación:
- Retocaremos, que no repararemos, todos los pequeños arañazos y desperfectos exteriores.
- Lavaremos y enceraremos el exterior del vehículo.
- Limpiaremos a fondo el interior. Si está muy sucio, encargaremos la tarea a una empresa especializada que lo dejará como si fuera nuevo.
- Si los neumáticos están lisos, calzaremos el vehículo con unos neumáticos de ocasión.
Estas operaciones nos costarán un máximo de 400 euros si las encargamos a un centro especializado. Para un vehículo de unos 10 000 euros de valor de tasación, esos retoques podrían suponer un incremento de más de 1000 euros en el valor de tasación.
Y si tenemos pensado vender el coche a un particular, el beneficio económico será mayor. No olvidemos que el efecto producido por un vehículo resplandeciente y cuyo interior está como nuevo es el factor que más impacta a cualquier comprador.