Tiempo de lectura aprox: 3 minutos, 19 segundos
Los ‘Pandora Papers’ -como ya ocurrió con los ‘Papeles de Panamá’- han puesto al descubierto la evasión de impuestos de miles de oligarcas y personajes famosos a lo largo y ancho del planeta. Pero, otra vez, con total contumacia -lo mismo que con los ‘Papeles de Panamá’- hay una ausencia incomprensible. ¿Dónde están los EEUU, su clase política y sus corporaciones multinacionales?
En el mito griego, Pandora recibe una misteriosa caja de manos de Zeus, “padre de los dioses y los hombres”. Al abrir la caja, Pandora libera de su interior todos los males del mundo. Los Papeles de Pandora han arrojado al mundo pruebas de la actividad criminal de más del doble de políticos de rango y altos funcionarios que los anteriores Papeles de Panamá de 2016. El problema es que Pandora muestra todo un enjambre de personajes públicos -políticos y financieros- en el que no aparece… la abeja reina.
¿Dónde está la superpotencia estadounidense, su élite política y su burguesía monopolista? Aunque el informe sí que muestra cómo las entidades opacas de EEUU son -ni más ni menos- una gran referencia para el secretismo financiero. Pero, en esta primera entrega, la riada de datos no tiene ni una sola referencia a nadie vinculado a las grandes corporaciones financieras de EEUU, ni a sus oligopolios tecnológicos e industriales, ni tampoco a su clase política, cabeza mundial del capitalismo.
¿Es que en Wall Street todas sus actividades financieras son bondadosamente legales, o es que van a aparecer en las siguientes entregas? ¿O, en verdad, no será que esta inmensa bomba de racimo, que lanza un escándalo mundial en todas las direcciones -excepto hacia EEUU-, puede ser una bomba muy rentable para la superpotencia estadounidense aquejada ya de los males del ocaso? Porque manchar y desprestigiar a las élites políticas y económicas de otros países es bueno para poder dominarles. Por ejemplo, cuantas más manchas tenga el Banco Santander más barato lo seguirá comprando BlackRock.
Filtración versus investigación
En investigaciones anteriores del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) -como los Papeles de Panamá- el Departamento de Estado de EEUU reconoció haberlos financiado a través de la agencia oficial USAID, cuyo historial de punta de lanza del intervencionismo norteamericano está más que probado. Con esta primera publicación el escándalo y sus consecuencias no han hecho más que empezar. Pero es necesario investigar más allá. ¿Quiénes son los filtradores y quiénes seleccionan la información filtrada? ¿Quiénes deciden cuándo se filtra y por qué?
El ICIJ es una agrupación internacional de casi 200 periodistas de 65 países y su sede está en Washington a 12 minutos a pie de la Casa Blanca. El ICIJ obtuvo el tesoro de las filtraciones de los archivos confidenciales y dirigió un equipo de 600 periodistas de 150 medios con dos años de trabajo y análisis hasta empezar su publicación.
Los Papeles de Pandora han sacado a la luz 12 millones de archivos de 14 despachos de abogados expertos en sociedades “paradisiacas”. Los documentos revelan actividades masivas en paraísos fiscales de 330 altos cargos políticos de 91 países. Las operaciones y secretos financieros en tales “paraísos” implican a 35 mandatarios de Estado, retirados y en activo. Los “Pandora Papers” tienen información recopilada sobre más de 27.000 empresas y 29.000 beneficiarios de tales sociedades “paradisiacas”.
¿Sería pensable que EEUU busque con este tipo de escándalos golpear otros paraísos fiscales y atraer para los suyos propios, todos esos capitales? Porque, en los últimos años, Washington ha logrado romper el secreto bancario y fiscal de Suiza. Pero, obviamente, no ha sido por honradez sino por negocios -nada personal-, es decir, conseguir que muchos de esos capitales aterricen en sus paraísos fiscales, donde sí sigue vigente el secreto bancario sin límites.
Sin paraísos fiscales no hay oligarquías financieras
EEUU tiene paraísos fiscales dentro de su territorio, los estados de Nevada, Dakota del Sur, Wyoming y Delaware son “paraísos fiscales absolutos”. En la UE pasa igual con Luxemburgo, además de Andorra. Y por supuesto Suiza, el paraíso fiscal por excelencia. Reino Unido tiene las Islas Vírgenes y la Isla de Jersey. A finales de 2019, las empresas del Ibex35 mantenían 740 filiales en paraísos fiscales. Las entidades de la Bolsa española declararon hasta 358 sociedades de este tipo y todas ubicadas en Delaware -el segundo estado más pequeño de EEUU- sede del 50% de las filiales extranjeras controladas por la banca y los monopolios españoles.
Las oligarquías financieras del planeta necesitan los paraísos fiscales, de otra forma no existirían. Para depositar las ingentes ganancias de sus bancos, monopolios y fortunas personales hacen falta “puertos francos” -libres de impuestos- en los que tener a salvo una parte de sus obscenos beneficios. No son una anomalía a corregir. Los paraísos fiscales son consustanciales al capitalismo financiero.
Pandora en España
Son sociedades muy fáciles de constituir en paraísos fiscales, su registro en un país distinto al que van a operar no es ilegal de por sí. Su cometido es maniobrar en países inestables, o allí donde menos garantías jurídicas haya. Las prácticas más habituales: crear compañías pantalla ocultando patrimonio, esconder dinero de actividades ilícitas, encubrir ganancias a las autoridades, borrar el rastro del dinero con tramas de empresas, falsear a los verdaderos propietarios con testaferros o falsos empleados. Así es como las sociedades “paradisiacas” van de la legalidad al delito.
En los datos de Pandora sobre España hay 601 personas de nacionalidad española y 751 sociedades en paraísos fiscales relacionadas con dueños y empresas con sede en nuestro país. En su mayoría operan en los paraísos más inaccesibles como Islas Vírgenes Británicas, Belice, Bahamas e Islas Cook. Al menos 54 casos en Pandora tienen relación con causas judiciales abiertas. La Agencia Tributaria ha anunciado que analizará lo publicado para abrir posibles nuevas investigaciones. El Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) considera que los Papeles de Pandora revelan carencias en la Agencia Tributaria y han solicitado permiso para iniciar “inmediatamente” la investigación.