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«Juntos somos más fuertes», subraya el presidente provincial, que reivindica la SE-40 y el tren litoral como proyectos clave para toda Andalucía
Apuesta por «repensar la movilidad» en la región dando protagonismo al ferrocarrilPropone vías de colaboración entre ambos territorios a través de Sabor a Málaga, Turismo Costa del Sol y los parques logísticos de las dos provincias
Destaca la enorme ventaja que supone contar con un aeropuerto como el de Málaga para captar el interés de cualquier multinacional que quiera invertir en Andalucía
Sitúa el teletrabajo, el boom tecnológico y el margen de crecimiento internacional del sector agroalimentario como oportunidades para la pujanza económica del Sur de Europa
(Prensa Diputación) El presidente de la Diputación de Málaga, Francisco Salado, ha abogado hoy por articular una estrategia de cooperación desde la competición, lo que ha denominado «coopetición», entre las provincias de Málaga y Sevilla con el objetivo de aunar potencialidades y que ambos territorios se conviertan en el tercer gran eje económico de España.
«Juntos somos más fuertes», ha asegurado Salado durante la conferencia ‘La pujanza del sur, una oportunidad para el desarrollo de España’, que ha presentado ante la Unión Cívica del Sur de España, Civisur, en Sevilla, donde ha destacado que ambos territorios comparten «vocación de liderazgo económico, político, social y cultural en Andalucía».
Ante ello, ha apostado por «compartir más que competir, lo que ahora se llama competencia cooperativa o coopetición, que nos es más que unir esfuerzos para obtener beneficios conjuntos», lo que «nos puede llevar a ser el segundo o tercer gran eje económico y social de nuestro país, en competencia directa con Madrid o Barcelona».
El presidente de la provincia de Málaga considera que es necesario, para hacer posible esta «coopetición», «abandonar la cultura del agravio y la comparación» y sustituirla por la necesidad de compartir reivindicaciones: «Los malagueños deberíamos hacer nuestros los grandes proyectos pendientes de Sevilla y viceversa. ¿Acaso no nos perjudica a los malagueños que Sevilla no cuente aún con la SE-40?», se ha cuestionado Salado.
«Sevilla tiene una red de autovías insuficientes, y eso no es un problema exclusivo de los sevillanos, es algo que afecta a todas las comunicaciones entre la Andalucía oriental y la occidental», ha puesto como ejemplo el presidente de la Diputación de Málaga.
En este sentido, también ha esgrimido como reivindicación conjunta «el tren de la Costa del Sol». «Marbella sigue siendo la única ciudad española de más de cien mil habitantes sin conexión ferroviaria. ¿Acaso no perjudica a toda Andalucía, y a los miles de sevillanos que veranean con nosotros o que tienen una segunda residencia en la provincia malagueña?», ha argumentado.
Repensar la movilidad
«No podemos hablar del eje Sevilla-Málaga si no hay una mejora notable de las comunicaciones», ha advertido el presidente malagueño, que se ha referido a las actuales conexiones ferroviarias entre ambas capitales, con trayectos que van entre las dos y tres horas de duración y con frecuencias muy limitadas.
Una oferta ferroviaria «lenta, rígida y corta» que el bypass del AVE en Almodóvar del Río no terminará de solucionar. «En el mejor de los casos, el trayecto será de una hora y 35 minutos, y habrá que ver a qué precio», ha apuntado Salado.
Por todo ello, Salado ha apostado por repensar la movilidad en Andalucía situando al ferrocarril como protagonista. «No tiene sentido que ante la oportunidad que van a suponer los fondos europeos y las ayudas para la recuperación, no apostemos por mejorar una red ferroviaria interna de tercera división siendo la comunidad más poblada del país», ha expuesto.
Al respecto, ha pedido no enterrar el proyecto de AVE directo entre Málaga y Sevilla que uniría ambas capitales en menos de una hora: «El fracaso del proyecto inicial, por mala planificación y falta de financiación, no debería privarnos de esta oportunidad».
En materia de carreteras, se ha referido a la mejora de la autovía del Guadalhorce, de competencia autonómica, para que se acabe convirtiendo «en esa deseada segunda conexión viaria de alta capacidad, al conectar con la A-92 a la altura de La Roda de Andalucía, Estepa u Osuna». «A medio y largo plazo, tendríamos un nuevo acceso rápido no sólo entre Sevilla y Málaga capital, sino también con la Costa del Sol y Marbella», ha pronosticado.
«Sin la mejora de la movilidad no podremos desarrollar todo el potencial de este eje», ha insistido Salado, que ha recordado que muchos de los avances económicos, sociales y culturales están vinculados o han sido facilitados gracias precisamente «a otro de los grandes nodos de movilidad, en este caso aérea, como es el Aeropuerto de Málaga».
Un equipamiento que conecta con 140 ciudades de todo el mundo y que «nos sitúa en el radar de cualquier multinacional que esté pensando en montar una sede, centro de trabajo o de investigación, y no sólo en Málaga, sino en toda Andalucía».
La capacidad del aeropuerto malagueño junto a las conexiones AVE hacia otras regiones «suponen una gran ventaja respecto a dos crisis vividas recientemente, el Brexit y el COVID-19», abriendo la puerta, por un lado, a la captación de inversiones y, por el otro, a un teletrabajo «que ha venido para quedarse, con nómadas digitales que buscan justamente lo que ofrecen Málaga y Sevilla, incluso Andalucía en su conjunto».
Asimismo, durante su intervención, Salado ha propuesto vías de colaboración entre ambas provincias a través de Sabor a Málaga, Turismo Costa del Sol y los parques logísticos en los dos territorios.
La pujanza del sur
Por último, parafraseando el título de su conferencia, Salado se ha referido a la pujanza del sur, articulada a través del eje Málaga-Sevilla, prestando especial atención al boom tecnológico, iniciado en Málaga pero con capacidad para trascender sus fronteras; así como el margen de crecimiento en dos segmentos, el turístico, clave por el impacto económico y la creación de empleo; y el agroalimentario, con margen de crecimiento a nivel internacional mediante las exportaciones.
«Toda esta estrategia será posible si dejamos atrás el freno político que suponen los enfrentamientos y las rivalidades internas. Debemos reclamar con una misma voz lo que nos corresponde», ha concluido.