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Estos 1.050 alumnos, pertenecientes a catorce centros educativos de primaria y secundaria en once municipios de Málaga, han aprendido a elaborar una lista de la compra con productos saludables, interpretar el etiquetado de los alimentos y la importancia del consumo de proximidad entre otros aspectos
(Prensa Diputación) El Servicio de Educación de la Diputación de Málaga fomenta la alimentación saludable entre la juventud de la provincia a través de talleres formativos en centros educativos de educación primaria y secundaria celebrados durante octubre y noviembre.
Los beneficiarios han sido 1.050 jóvenes, menores de 16 años, pertenecientes a catorce centros educativos en once municipios de la provincia: Archidona, Almogía, Alfarnate, Monda, Alameda, Villanueva de la Concepción, Casabermeja, Villanueva del Rosario, Villanueva de Tapia, Campillos y Arenas
El objetivo principal de los talleres ha sido promover y concienciar a los jóvenes sobre la importancia de llevar a cabo una alimentación saludable y con alimentos sostenibles a través del desarrollo de actividades prácticas y teóricas en el aula.
En los talleres, realizados con alumnos de primer y segundo ciclo, se les ha enseñado a interpretar una etiqueta de información nutricional. Para mayor implicación, cada alumno seleccionaba un alimento que consumía a menudo en su casa y lo aportaba a clase donde analizaba su contenido nutricional.
Con el objetivo de interiorizar los conocimientos teóricos de los talleres, los escolares han diseñado un menú equilibrado de desayuno y merienda y han analizado si los alimentos del desayuno y merienda que consumen a diario son 100% saludables. Al mismo tiempo, han aprendido a elaborar una lista de la compra de productos saludables y se les ha indicado la importancia de consumir productos locales, frescos, naturales, de proximidad y de km0.
De forma práctica y con el objetivo de que conozcan de manera clara y sencilla la cantidad de azúcares y grasas de cada alimento, los alumnos de educación primaria han realizado el juego del semáforo donde han aprendido a relacionar los alimentos con los colores de un semáforo, interiorizando de este modo, la frecuencia con que se deben consumir algunos productos.