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Sale a la luz en Brasil un insólito complot para abrir el territorio de un pueblo indígena no contactado para su explotación y eliminar las pruebas de su existencia.
Survival International Este encubrimiento implica a altos funcionarios de la FUNAI, el departamento de Asuntos Indígenas del gobierno brasileño, elegidos a dedo por el presidente Jair Bolsonaro. Ahora se ha descubierto que:
– Mantuvieron una reunión secreta con un importante político aliado de Bolsonaro que lidera la campaña para abrir este territorio.
– Le permitieron ver un informe de campo confidencial en el que se describen nuevas pruebas de la existencia del pueblo indígena no contactado, así como datos sobre su ubicación.
– Han negado que las nuevas pruebas existan.
Aunque el territorio Ituna Itatá (“Olor a Fuego”), en el estado de Pará, fue el territorio indígena más deforestado del país en 2019, tenía cierta protección gracias a una Ordenanza de Protección Territorial., una orden de emergencia que se utiliza para proteger los territorios de pueblos indígenas no contactados que no han pasado por el largo proceso de demarcación oficial.
La ordenanza expiró el pasado 25 de enero de 2022, pero un juez federal ordenó ayer a la FUNAI que la renovara. Trabajadores de campo de FUNAI llevaron a cabo una expedición el verano pasado, antes de que venciera su vigencia, para ver si podían confirmar la presencia continuada del pueblo no contactado en el territorio.
Encontraron evidencias extraordinarias de que un pueblo indígena no contactado vive allí, como una olla, restos de comida y un claro en la selva para acampar, y presentaron un informe en el que se detallaban estas pruebas.
Pero la FUNAI ha negado que haya pruebas de la presencia del pueblo no contactado. Sin embargo, han mantenido una reunión secreta con el senador Zequinha Marinho, el conocido político pro-Bolsonaro que, según se ha sabido, está presionando en secreto para abrir el territorio Ituna Itatá. En dicha reunión le mostraron al senador el informe completo, que incluye las ubicaciones exactas donde se descubrieron las pruebas. Esta información tan sensible ha sido utilizada en el pasado por agroganaderos y madereros para atacar y matar a pueblos indígenas no contactados con el fin de robarles sus tierras.
La reunión con el senador Zequinha no se hizo pública en el diario oficial del presidente de la FUNAI.
La oficina del Fiscal General de Altamira, la ciudad grande más cercana a Ituna Itatá, ha iniciado una investigación y ha exigido a la FUNAI que le entregue el informe completo, que ya tiene en su poder.
Para la directora de campañas e investigación de Survival, Fiona Watson, “es imposible imaginar mayor traición a la razón de ser de la FUNAI que esta: el organismo oficial que existe para defender los derechos de los pueblos indígenas trabaja ahora activamente para acabar con ellos. Es un genocidio en acción. Si esto no se cuestiona y se revierte, presenciaremos la completa destrucción de uno de los pueblos más vulnerables del planeta”.
También Leonardo Lenin Santos, del Observatório dos Direitos Humanos dos Povos Indígenas Isolados e de Recente Contato (OPI), ha declarado hoy: “La forma en que la dirección de la FUNAI ha estado tratando con las Ordenanzas de Protección Territorial es una prueba más de las acciones criminales del Gobierno de Bolsonaro relacionadas con su ataque a los derechos territoriales indígenas, que están garantizados en la Constitución. El caso del Territorio Indígena Ituna Itatá es muy grave. Un equipo de trabajadores de campo cualificados, con experiencia en la localización y seguimiento de pueblos indígenas no contactados, llevó a cabo expediciones el año pasado y encontró pruebas de la presencia de un pueblo indígena sin contactar. Sin embargo, la FUNAI ha rechazado todas las pruebas documentadas por el equipo de campo, y les está amenazando y acosando, a la vez que defiende los derechos de propiedad de los invasores. El riesgo de otro proceso genocida por parte del Estado brasileño está en marcha”.
Un nuevo informe elaborado en el marco de la campaña ”Aislados o Diezmados” (más información debajo) muestra cómo Ituna Itatá ya es objeto de acaparamiento de tierras a gran escala, incluidos asentamientos, explotación forestal, construcción de carreteras e incluso instalación de líneas eléctricas.