La delegada agradece la solidaridad y apela a la “prudencia y responsabilidad” para garantizar a los refugiados “una vida digna” en Málaga

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Navarro afirma que la forma de que tengan todas las coberturas sanitarias, sociales y educativas pasa por un control de llegadas

Hasta el momento se han escolarizado 59 menores en la provincia y hay 250 refugiados censados en primera acogida

(Prensa Junta Andalucía) La delegada del Gobierno andaluz en Málaga, Patricia Navarro, ha apelado hoy a “la prudencia, la paciencia y el orden” a la hora de canalizar toda la ayuda y generosidad del pueblo malagueño con los refugiados ucranios que huyen de los horrores de la guerra en su país atacado por Rusia.

“Somos conscientes de la necesidad que hay de ayudarlos, y nos gustaría que todo fuese más rápido, pero tenemos que garantizar que los ucranianos que lleguen tengan las mejores condiciones de vida el tiempo que estén aquí, y para eso hay que hacer las cosas de forma ordenada”, ha insistido.

Navarro ha ofrecido una rueda de prensa después de presidir una reunión en la sede del Gobierno andaluz en Málaga, donde han estado representantes del Ayuntamiento de Málaga, la Diputación provincial, la Subdelegación del Gobierno de España, las delegaciones territoriales de Política Social, Educación, Salud y Empleo, así como las entidades implicadas en la gestión de esta emergencia: CEAR, ACCEM, Cruz Roja y Málaga Acoge.

La delegada de la Junta ha reiterado la importancia de contactar con las administraciones o con las asociaciones antes mencionadas “para gestionar toda esa ayuda y hacerlo dentro del sistema, porque los desplazados no pueden venir a malvivir; debemos garantizarles unas condiciones de vida dignas el tiempo que estén aquí”.

Menores ya escolarizados

Según los datos provisionales aportador por CEAR, que se encarga de la acogida de emergencia de los desplazados, hay unas 250 personas ya registradas, y la Delegación territorial de Educación y Deporte ha escolarizado ya en la provincia a 59 menores.

“Uno de cada dos ucranianos que llegan, es menor. Necesitan más ayuda aún. Al proceso de escolarización sumamos además el control inicial sanitario, por lo que estamos ya haciendo test y PCRs en uno de los centros de primera acogida, así como un chequeo general de los que llegan”, ha explicado Navarro.

La delegada ha explicado que se cuenta ya con una bolsa importante de plazas, tanto públicas como privadas, que se pueden poner a disposición del Gobierno de España para la segunda fase de acogida, que es temporal, “pero necesitamos que nos autoricen para ponerlas en uso”.

La delegada de la Junta ha explicado que las administraciones “desde el primer momento están volcadas con esta situación y hemos mantenido numerosas reuniones y celebrado mesas de trabajo para avanzar de la mano y siempre con las necesidades que nos marcan las entidades sociales”.

En cuanto al centro de recepción de refugiados en Málaga anunciado por el Ejecutivo central, “aún no tenemos datos, estamos recabando los criterios y las características que éste precisa para buscar el sitio más idóneo; de hecho, nos consta que el alcalde ya ha hablado con algún ministro para esto mismo”.

 

La delegada del Gobierno andaluz ha subrayado que es importante tener autorizadas las plazas de alojamiento temporal y avanzar en el centro de recepción, ya que además de los refugiados que ya van llegando a la provincia, “tenemos que anticiparnos a situaciones futuras, se esperan muchos más, y necesitamos unas directrices desde el Gobierno de España”.

Mientras tanto, desde la Delegación del Gobierno andaluz se ha alcanzado un acuerdo con el Consulado de Ucrania para habilitar un espacio en la sede de la Junta en Málaga, donde voluntarios ucranianos que colaboran con el Consulado atienden las llamadas de los desplazados por la guerra.

Para ello se ha puesto a disposición de los refugiados que lo necesiten el número 690156430 y un total de cinco voluntarias, de momento, se turnan mañana y tarde de lunes a viernes para atender en su lengua las llamadas de sus compatriotas y orientar a estas personas que han llegado a la provincial de Málaga huyendo de la invasión rusa.