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Es cierto, que en unos casos, determinadas características, que tuviesen unos seres humanos, ha sido la razón para provocarles marginación, silencio, sufrimiento. En otras ocasiones, en algunas sociedades o territorios, dependía si eran mayoría o minoría, dicho de otro modo, en algunos territorios y épocas, eran victimas, en otras, verdugos, en unos tiempos o territorios, padecían el sufrimiento y, en otras los causaban.
Comprendemos y entendemos que la ley jurídica debe marcar un límite, unas posibilidades, unas potencialidades. Pero ésta debe intentar no causar sufrimiento. Unas veces, por motivos psicológicos o antropológicos o teológicos o sociales o económicos o políticos o étnicos o, de cualquier otra realidad humana, unos seres humanos causan sufrimiento a otros seres humanos.
La realidad humana es muy compleja, lleva en su seno multitud de variables y constantes, y, éstas se combinan de mil modos posibles, se materializan y cristalizan a lo largo de la historia de cientos de modos posibles, por tanto, nunca somos conscientes del todo, de las realidades en la que estamos, de las que hacemos, de las que proyectamos en y para el futuro. Pero siempre, existen sufrimientos, causados por otros seres humanos, y, que hoy, vistos a la luz de los Derechos Humanos, somos más conscientes de ellos, de los que se han causado en el pasado a personas y colectivos, por una diferencia entre colectivos o grupos o individuos y, los que se pueden estar causando en el mundo hoy, en diversos territorios…
Podríamos poner ejemplos y casos y casuística y ejemplaridades, pero dejo esta realidad, en abstracto y general, para que cada individuo o colectivo, se aplique la concepción que estamos desarrollando. Porque también, sucede, que en un ámbito de la vida-existencia, una persona, es creador de sufrimiento, y, en otro, es soportador de sufrimiento. O, indicado de otra forma y otra manera, en unos temas, un individuo o colectivo, puede ser victima, en otra temática, ser verdugo.
En un ámbito de la vida o en un entorno de la existencia social y personal, puede ser mayoría y en otro minoría, en uno puede ser victima y en otro verdugo. Y, somos conscientes cuándo somos verdugos, pero no cuando somos victimas. Porque la complejidad humana, su cerebración le permite, diríamos, una multitud de juegos en la vida-existencia.
Aquí, en este artículo, en definitiva, estoy blandiendo una lanza y espada y escudo, para que seamos conscientes, que al menos, dentro del marco de los Derechos Humanos, que aunque un individuo o colectivo, a nosotros, a ti y a usted, no esté de acuerdo con un comportamiento, equis o zeta o uve doble, siempre que esté en el marco de los derechos humanos, se le permita, pues no produzcamos sufrimiento a esas personas y colectivos y grupos, aunque usted crea que no es una conducta suficientemente moral, suficientemente de salud psicológica o biológica, suficientemente religiosa espiritual acertada, suficientemente…
Comprendo y entiendo que hablar en abstracto y en general, de esta temática, es casi imposible, es más que el ascenso de la piedra-hígado de Sísifo-Prometeo…
Porque el sufrimiento que se produce es siempre peor, con consecuencias más dañinas y nefastas y perniciosas para ese individuo o ese colectivo o esa misma sociedad y Estado. Cierto es, que debemos aceptar un doble reto o dimensión, que no distinguimos, yo/usted/ellos/nosotros tengo/tenemos equis o zeta o eme o uve doble, por disponer de una característica diferente en estos momentos, esto no quiere decir, que se/le/me/les silencie o margine o minusvalore o cierren puertas profesionales o sociales o afectivas o sentimentales o… -realidad-cosa que sucede-.
Pero tampoco se puede indicar y expresar que la situación de esa característica es la ideal. Se debe respetar y tolerar por la dignidad de la persona humana, pero al mismo tiempo, también indicar, si una práctica, es un error psicológico o moral o social o de salud biológica. No podemos llamar al bien mal y al mal bien, a la verdad error y al error verdad. Pero no podemos marginar y silenciar a individuos y colectivos, produciendo más sufrimiento…
En un tema tan enormemente complejo y amplio, que abarca tantas realidades humanas, es imposible acertar, por consecuencia, solo puede servir este modesto artículo, para la autorreflexión. Que alguien equis, usted por ejemplo, puede no estar de acuerdo con un comportamiento zeta, por cuestiones psicológicas o biológicas o sociales o culturales o morales o religiosas o…
Y, usted con sinceridad y verdad y respeto, si se le pregunta, debe ofrecer su solución y su respuesta, pero usted, bajo ningún concepto debe producir sufrimiento y angustia y agonía a otras personas, porque usted, debe procurar que a los demás, se les aplique los Derechos Humanos, igual y a semejanza, que lo hagan con usted. Cuánto sufrimiento se ha producido a los otros seres humanos, por tener otra ideología, otra cultura, otro color de piel, otra etnia, otra lengua, otra religión, otra… otra…
La RAE define sufrimiento como padecimiento, dolor, pena, en su primera acepción. ¡¿Cuántas cosas hemos visto buenas que han sucedido en el siglo veinte, cuántas cosas malas y nefastas y perniciosa en el siglo veinte? Cierto es que las realidades buenas y positivas han sido más que las negativas y malas. Pero no podemos dejar de olvidar, el sufrimiento que se ha producido, no por razones de la naturaleza, no por el azar que ha reunido varias circunstancias negativas, no. Sino porque los hombres han causado sufrimiento a otras personas, de un individuo a otro, de unos colectivos a otros, de unas culturas a otras, de unas ideologías a otras, de…
Debemos aceptar, que en muchos sentidos, somos una especie biológica y psicológica y cultural, bastante primitiva. Nadie se rasgue las corbatas, ni los monos de trabajo de trabajo…Paz y verdad y bien…
http://www.facebook.com/cuadernossoliloquiosjmm © jmm caminero (22 feb-16 marz 22 cr).
Fin artículo 2.938º: «No producir sufrimiento».
