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Sergio Dalma, relacionado habitualmente con la música nostálgica y melancólica, llegó a Starlite Catalana Occidente dispuesto a borrar esa etiqueta y ofrecer un concierto repleto de energía, momentos especiales y un repertorio que hizo viajar a los asistentes en el tiempo, hacia un momento de la historia de la música de nuestro país que tuvo lugar hace décadas.
Con su habitual templanza y cercanía, Dalma desplegó toda la artillería en un concierto que, como el nombre de su último disco indica, es pura ‘Alegría‘. Sus temas, que cantan a la vida y al amor, emocionaron y contagiaron de optimismo a La Cantera, que cayó rendida al repertorio del cantante de voz rasgada.
Muy ilusionado, y sintiéndose «en el mismísimo paraíso» reconoció que en Starlite Catalana Occidente «la vida no se ha parado ni un momento«
El catalán muy emocionado sentenció «Festivales con la solera y la calidad de Starlite Catalana Occidente hay muy pocos. Es un honor formar parte de este cartel con grandes artistas nacionales e internacionales. Este festival en su edición número XI es el más importantes de nuestro país porque al frente hay gente muy capacitada y muy importante: Sandra e Ignacio con su gran equipo que hacen que cada noche sea mágica»
Con veintiún discos publicados y más de 30 años de trayectoria musical, Sergio Dalma ha demostrado que sigue en plena forma mediante singles luminosos como ‘La noche de San Juan’, donde se atreve con la rumba y los sonidos mediterráneos en un ejercicio de gran frescura.
Las canciones de Sergio Dalma se agarran al corazón. De ahí su éxito prolongado en el tiempo, que le hace congregar en sus conciertos a seguidores e incondicionales de diferentes generaciones.
El artista y su carismática voz rota han ofrecido un increíble espectáculo bajo las estrellas de la cantera Marbellí. Bajó del escenario para compartir con el público su «fuego en el alma» y puso en pie a todo el auditorio con grandes éxitos como «Esa chica es mía«, «Te amo», «Galilea» o «Bailar pegados»
En su haber cuenta con un puñado de temas inolvidables que ya forman parte de la memoria colectiva de varias generaciones. Su inconfundible voz, acompañada de un sonido al más puro estilo italiano, son su sello de identidad. El propio artista ha contado que sus padres eran fanáticos de la música italiana de los 60 y de ahí sus influencias. Es dueño de una de las voces más personales y reconocibles del panorama musical de los últimos tiempos, un icono de la canción melódica de nuestro país. Ha cantado en italiano y catalán, cosechado varias decenas de discos de platino, numerosos galardones de la industria musical y, lo más importante, cuenta con el cariño de todo el público.
