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No citaré fuentes, porque en cualquier periódico, se encuentran distintas noticias sobre esta cuestión, los noviciados para ser frailes o monjas/es y, o los seminarios para presbíteros se vacían, salvo excepciones.
Se indica que en toda España, hace un par de años, existían menos de diez novicios jesuitas, el mismo número similar, en los dominicos, franciscanos, agustinos, etc.
No es cuestión de indicar cifras, en Internet, pueden ustedes hallar, todas las que quieran, todas las interpretaciones posibles, todas las causas. Se indica, que en España, cada mes se cierra un monasterio o convento, la población existente, ya en casi todas las órdenes religiosas, es de más de sesenta años de media, también en los presbíteros/sacerdotes/curas de las diócesis. Cierto es que la incidencia, por ejemplo, en unas diócesis y en otras, es diferente, en cuanto a candidatos, y por tanto, a las ordenaciones. Pero en general, disminuye el clero religioso, masculino y femenino, y los presbíteros a y en toda España.
Cierto es que los institutos religiosos, con distinto nombre, casi todos nacidos y surgidos en el siglo veinte, en los cuales, los fieles laicos y seglares, conforman una parte importante de cada entidad, por lo general, o, al menos, algunas de esas entidades, no pondremos nombres, suelen tener sus noviciados o seminarios de sus entidades religiosas, con suficiente número de candidatos.
Quizás, como un historiador de la Iglesia, en un libro sobre dicha temática, indicaba, era jesuita, no recuerdo ahora bien el hombre/nombre, indicaba hace cuatro décadas y más, que la historia de la Iglesia, era y había sido como una enorme sinfonía, primero entraban unos instrumentos, después se iban apagando y aparecían otros. Diríamos, que al principio, siglo tres y cuatro, aparecieron, a grandes rasgos los anacoretas, después los monjes en cenobios y monasterios, que desde Egipto se extendieron por los siglos (Antonio Abad, Pacomio, Benito de Nursia) en la Edad Media, las órdenes mendicantes surgieron con gran fuerza (Domingo de Guzmán, Francisco de Asís…), después, las ordenes regulares (Ignacio de Loyola…), hacia el siglo dieciocho y diecinueve (órdenes, que podríamos indicar de pastoral social, dedicadas a la enseñanza, a cuidar ancianos, etc.).
En el siglo veinte, podríamos denominar entidades religiosas hibridas, a semejanza de las antiguas terceras órdenes, que todas las grandes órdenes religiosas, disponían, de una rama de hombres, de una de mujeres por lo general, y de una de fieles o laicos. A eso se le denominaba ordenes terceras (que todavía existen), adscritas, a los dominicos, agustinos, franciscanos, no a los jesuitas… Estas entidades religiosas, surgidas en el siglo XX, en la cual, por lo general, los fieles laicos casados o no, tienen una predominancia estadística, están teniendo una gran difusión, y, quizás, como en esa sinfonía, han entrado para ocupar el puesto y llevar la batuta, quizás, durante este siglo nuevo que se presenta y, quién sabe…
No sirve, ninguna columna periodística de opinión/literaria, que no intente curar algún mal. No voy a indicar, la decena o más de razones, o motivos, o causas que en estas tres/cuatro décadas, he ido oyendo y leyendo y pensando sobre este fenómeno, que ahora, está/es a borbotones, como un volcán estallando, pero que es una realidad que se ha ido incrementando desde hace sesenta años, por poner una cifra. Hacia los años sesenta y setenta del siglo anterior, en Europa, se produjo, una oleada enorme de secularizaciones (de presbíteros y de religiosos y religiosas, quizás, ahora, ya casi nadie se acuerda). Le han echado la culpa al Concilio Vaticano II. En mi modesto entender, no es la razón de aquel fenómeno, dicho proceso o realidad o, solo en un tanto por ciento muy pequeño –tiene otras causas que no vamos a indicar aquí, por falta de espacio-.
Pero si indicar, un motivo, por ejemplo, en España, en estas cuatro décadas, se han ido creando institutos de enseñanza secundaria en todas las poblaciones. Toda la población adolescente, ha podido asistir, en distinta evolución a uno de esos centros, por lo general públicos. Por lo cual, cientos y miles de adolescentes y adolescentas, no han tenido que salir de su pueblo o aldea o comarca o ciudad para asistir a la enseñanza media. No ha tenido que irse a instituciones religiosas de la enseñanza…
Me pregunto, si las entidades e instituciones religiosas y órdenes religiosas, diríamos de un tronco común, por ejemplo, los mendicantes (franciscanos, dominicos, agustinos, carmelitas, etc.), en paz y en libertad y en tolerancia, se pusiesen de acuerdo, y en vez de tener cada uno, sus noviciados independientes, pregunto y me pregunto, formasen solo uno, dónde fuesen todos los candidatos de todas las órdenes religiosas, los novicios, y estuviesen un tiempo de formación común para todos. Y, después, los novicios, o al mismo tiempo, fuesen a las casas diversas de las distintas órdenes. Y, después, de terminar el proceso, ya, cada candidato o novicio, se iría hacia una orden o hacia otra. Me pregunto y pregunto y le pregunto a usted, Podría ser esta una posible solución. Además, de todas las vocaciones que aún se pueden producir en otros continentes que no son Europa…
Y, siendo más radicales, ya que las órdenes religiosas, se van quedando sin población religiosa, por la edad, se van cerrando conventos y monasterios. Me pregunto, y pregunto y les pregunto, ¿habrá llegado la hora, no de hacerlo, pero si de pensarlo, que quizás, órdenes semejantes o con un tronco común, puedan ir formando unidades mayores, es decir, podría experimentarse con que los dominicos y franciscanos y agustinos y…, viviesen en algunos casos, en un convento o monasterio único, por cada territorio…?
¿Aunasen/uniesen las distintas tradiciones religiosas, y, así de ese modo, podrían subsistir como órdenes religiosas, ahora, en vez de denominarse, solo franciscanos o solo dominicos o solo agustinos, podrían titularse órdenes mendicantes y, después, poner todos los adjetivos. Así, se podrían reunir órdenes religiosas diversas, e, ir quedando conventos y monasterios en todos los territorios. No uno, de una orden en el Norte de España, y otro en el Sur… pregunto y le pregunto…
De todas, formas, si me permiten, la solución, es pedir a Dios, que existan santos y santas, sacerdotes y religiosas/os y frailes/monjas y laicos/as. Quizás, sea una crisis de santos y santas. Esta sea la razón. Quizás, aquello de Juan de Yepes/Cruz, no deja volar a un ave, si está atada a una cadena, tanto sea una cadena de oro y fina, o sea, una cadena de hierro y pesada… Pedir a Dios, al buen Dios, santos y santas de hoy…
http://www.facebook.com/cuadernossoliloquiosjmm © jmm caminero (02-07 septiembre 2022 cr).