Tiempo de lectura aprox: 3 minutos, 2 segundos
Al amanecer, un día se levanta con nubes o con sol, quizás, esa noche no has dormido bien, quizás, por mil ocupaciones y preocupaciones, quizás hayas estado en Internet.
Te levantas, y, piensas varias docenas y decenas de cosas, de posibilidades y de proyectos. Entre otros, todas las crisis reales existentes, guerras y contraguerras físicas y materiales, y económicas y sociales y políticas y biológicas. Pero tienes, te has puesto e impuesto la obligación de hacer y rehacer una columna periodística. Pero esta, tiene que tener un interés para el presunto lector/a. Empiezas a buscar/rebuscar temas posibles. Pero la columna no emerge esa mañana, quizás, ocupaciones y preocupaciones, como antes hemos indicado, la mente y el alma y la conciencia y la psique no está sosegada y tranquila, quizás, reiteramos por todas las crisis que en el mundo pululan y circulan y, por este trozo de Eurasia, que denominamos Península Ibérica…
Muchos escriben para lucirse, para sentirse importantes, para encontrar fama, quizás, si hay suerte para alcanzar dineros, para pasar a la historia cultural, para el propio ego y la identidad, para sentirse mejor, para olvidar, para recordar, para entender un poco mejor, trozos del existir y de la existencia, para y por mil razones… Este escribiente, ya hace tantas décadas, que práctica esta afición u oficio o vocación, sin remuneraciones de ningún tipo, ni aceptaciones en demasía, que ya no sabe, por qué y para qué y porqué empezó a redactar textos en la adolescencia. Siempre compatibilizándolos con otras tareas y realidades. Quizás sea la búsqueda de trozos de realidad, del cuerpo y mente y alma, quizás, ser y existir en el mundo social y humano y natural, quizás, por tener más preguntas que respuestas, y, seguirlas teniendo…
Cada ser humano es como un árbol que se va enredando besando el azul o gris aire y viento y sol. Sus ramas tocan otras hojas de árboles. Y, todos forman y formamos un bosque y selva y vergel. Permanecen en el tiempo de esta tierra y en un espacio, un fragmento de y en este universo o cosmos ilimitado para nosotros, y, para nuestra mente. Al menos de momento. Cada día, nuevos sucesos, nuevos cambios. Algunas de esas modificaciones de las realidades, somos conscientes, otras, lo seremos dentro de diez años. O, nunca. Pero ya han sucedido, irán creciendo y afectará a la siguiente generación…
Existen básicamente dos tipos de personas, eso dicen los entendidos. Los que se esfuerzan en tener buena voluntad, y, los que este capítulo lo tienen a medias olvidado y recordado. De ahí, de ese origen surgen multitud de formas de ser y de actuar. De ahí, surge si la animalidad que llevamos dentro, esa persona concreta, si está dispuesta a endulzarla y domesticarla y educarla y moralizarla y eticalizarla. Ponerle límites, según la verdad-veracidad-verosimilitud y la bondad-bien de cada realidad. Si desea, cada sujeto, sujetarse a normas/medidas morales y normales de prudencia y normas/pautas de racionalidad y normas/reglas de sentido común y normas/estructuras de convivencia. Una serie de mandatos, que ya vienen desde hace milenios: «no hacer al otro, lo que no quieres que te hagan a ti», «valorarte a ti mismo con equidad y justicia», «ser consciente que el otro/otra tiene los mismos derechos y dignidad que tu mismo», «que es tu deber cuidarte en deberes y derechos según la moralidad correcta», «que no te aproveches de la vulnerabilidad del otro/otra…», etc.
Podríamos inventar un verbo, de moral es moralizar, de ética podría ser eticar o eticalizar. Necesitamos eticar o eticalizar la existencia de forma correcta-ortodoxa-bondadosa-buena-verdadera-adecuada, moralizar correctamente nuestra propia existencia, a semejanza, como necesitamos entender los procesos de la realidad natural y social, también, al mismo tiempo, tenemos que encontrar un punto ético, a nivel teórico y práctico, a la hora de actuar y de ser y de estar y de tener y contener nuestro existir en este mundo… Porque no es lo mismo, como se suele indicar, produce más alegría y más moralidad: «ver un niño como juega con un perrito, que ver a ese niño restregándole un calcetín sudado a su padre anciano…».
No es lo mismo, unos hechos y otros, unos actos y otros, no solo a nivel eficiente o instrumental, sino moral y ético, incluso, religioso o espiritual. Una persona, debe realizar una transacción económica con eficiencia instrumental, pero también, con la moralidad correcta. Expresar una frase con responsabilidad de realidad verdadera, en el grado que pueda, pero también, con moralidad bondadosa…
Estimado y apreciable lector o lectora, no crea que este texto, es para que el escribiente se luzca, sino que es una manera diversa y distinta, que hoy, usted piense y repiense y sienta y resienta y perciba y reperciba algo más y mejor de la realidad. Usted hoy, se diga, hoy, que ya lleva diez horas de existir en el hoy, o acaba de aparecer con los ojos cerrados de sueño. Para que usted sienta que el mundo es inmenso, y, que en el mundo vivimos y existimos, y, que sea usted una personas considerada enormemente importante, o sea usted, otro sujeto más del pueblo. Usted, tiene el deber, de ir buscando y conquistando tener una buena voluntad. Es su deber, produzca churros o dirija megafondos de inversión o esté jubilado o viva en una cama sin poder levantarse… Paz y bien.
http://articulosperiodisticosjmm.blogspot.com.es © jmm caminero (29 sept.-05 oct. 2022 cr).
Fin artículo 3.218º: «Te levantas por la mañana».