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Como cada 11 de octubre, la Real, Antigua y Venerable Cofradía del Santísimo Cristo de la Vera Cruz y Nuestra Señora de la Soledad ha celebrado el día de su titular mariana con una solemne misa en su honor en la Parroquia de San Sebastián, oficiada por el vicario general de la Diócesis Antonio Jesús Coronado, junto al párroco y director espiritual de la Cofradía Reinaldo Aguilera y el diácono José Antonio. Fue cantada por la capilla musical El Rosario de Málaga.
Un buen número de hermanos, devotos y vecinos se han congregado para este acto sólo tres días después del histórico 8 de octubre con la procesión extraordinaria del LXXV aniversario de la Soledad.
También ha asistido una nutrida representación de los Moraos (que ha hecho entrega de un centro de flores a la Virgen), así como el concejal de Seguridad Ciudadana Pablo Montesinos en representación del Ayuntamiento.
La Virgen de la Soledad ocupaba toda la zona baja del altar de la corporación del Viernes Santo, dispuesta con su manto de camarín verde y luciendo saya del mismo color. Un elegante exorno floral remataba el altar que presidía el Santísimo Cristo de la Vera Cruz.
Al finalizar la misa, el vicario ha bendecido las medallas corporativas que se han impuesto después a una serie de hermanos que así lo han solicitado y que fueron pasando uno a uno delante de la Santísima Virgen donde el Hermano Mayor de los Verdes, José María García, les hizo la imposición. Precisamente García Santos comentó que «nuestra Virgen de la Soledad está más presente que nunca con nosotros» y quiso remarcar «la profunda devoción que existe a nuestra titular y que se demostró el Sábado con su triunfal procesión».
El acto ha finalizado con la veneración a Nuestra Señora de la Soledad con todos los presentes pasando ante ella. No es esta la única misa en honor a la titular de los Verdes en esta semana, puesto que el domingo será la protagonista de otra en su honor: una de acción de gracias (10:00 horas) por la procesión del pasado Sábado oficiada por el Obispo de la Diócesis de Málaga Monseñor Jesús Catalá Ibáñez.
