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• Con motivo del Día del Celador, que se conmemora este sábado, el sindicato reivindica mejoras laborales para estos profesionales, así como una actualización de sus funciones, recogidas en un estatuto de 1971 aun en vigor, que son sexistas y están totalmente obsoletas
Comunicación CSIF Málaga.- La Central Sindical Independiente y de Funcionarios, CSIF, primera fuerza sindical multiprofesional en la Mesa Sectorial del Servicio Andaluz de Salud, se suma a la conmemoración este 5 de noviembre del Día del Celador, y reclama un mayor reconocimiento social y profesional para un colectivo indispensable para el buen funcionamiento de la sanidad pública.
Este colectivo desempeña un papel esencial en cualquier proceso asistencial, a pesar de no ser tan visible como otras categorías profesionales. Los celadores, que suman 963 profesionales en la sanidad pública malagueña, son los encargados del traslado y movilización de usuarios y pacientes, documentación y materiales en centros sanitarios, y han de estar presentes en cualquier proceso asistencial.
Es por ello que CSIF abandera una serie de reivindicaciones históricas para dignificar la labor del colectivo de celadores, una de las categorías que más ha sufrido la precariedad y los recortes en los últimos años, y para la que la central sindical demanda una oferta de empleo acorde a las necesidades reales de las plantillas, tanto en Atención Primaria como en hospitales.
Entre ellas, el sindicato reclama la reclasificación y revisión de sus competencias y la creación de un módulo de Grado Medio de Formación Profesional, dentro de la familia profesional sanitaria. CSIF recuerda que las funciones de los celadores vienen recogidas en el artículo 14 del Estatuto de Personal No Sanitario al servicio de las Instituciones Sanitarias de la Seguridad Social del año 1971. Tras más de 50 años, estas funciones se encuentran desfasadas y obsoletas. Además, tal y como denunció CSIF ante la Junta de Andalucía en marzo de este año y, posteriormente, en mayo, ante el Defensor del Pueblo Andaluz, estas funciones son discriminatorias y sexistas, sin corresponderse con la realidad ni con la necesidad asistencial en los centros del SAS.
En estas funciones preconstitucionales se refleja que la figura del celador recae en el hombre, puesto que no es hasta los años 80 cuando se incorpora la mujer a este colectivo, si bien en la actualidad el número de celadoras supera al de celadores, por lo que dichas funciones necesitan urgentemente una actualización.
Para CSIF, también es necesario el reconocimiento de títulos académicos relacionados con el desempeño de la labor de este colectivo profesional, tanto para la Bolsa Única de Empleo del SAS como para las Ofertas de Empleo Público venideras, siendo la única categoría profesional del sistema sanitario público andaluz que no puede baremar estas titulaciones, a pesar de la implicación de la figura del celador en múltiples tareas asistenciales, documentales y administrativas.
El colectivo también reivindica la mejora en la evaluación de puestos de trabajo según la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, tanto por el incremento de las cargas, como por los riesgos de seguridad y biológicos, en una profesión con una de las mayores tasas de lesiones músculo-esqueléticas y que precisa de herramientas de trabajo ergonómicas que faciliten la prevención de este tipo de daños.
Por supuesto, CSIF exige un mejor reparto de incentivos y complementos que reconozca la penosidad asociada con las labores de esta categoría profesional. Por ello, la central sindical solicita unas condiciones retributivas dignas y unos complementos menos discriminatorios, especialmente en lo referente a la carrera profesional.
Finalmente, esta central sindical muestra su reconocimiento a todos los celadores y celadoras de la sanidad pública por su labor que, aun estando en segundo plano y fuera de foco, permite la calidad asistencial que la ciudadanía se merece.