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Existen, posiblemente, millones de autores y creadores y buscadores de cultura, en todas las artes y saberes. Por tanto, es obvio que no hay público para tanta formación e información.
Dicho de otro modo, dicen que hay más productores de cultura, que receptores/consumidores. No sé, si ese juicio es cierto. Porque todo autor/a es también receptor y consumidor, y, si es creador/buscador/interpretador/teorizador es porque durante muchos lustros ha sido receptor, y, lo sigue siendo.
Por otro lado, no cabe duda, de que también existen muchos modos de recepción cultural, existen muchos saberes diversos, muchos modos de expresión y muchos modos de recepción/consumo. Las redes sociales serían una, las exposiciones, los libros, las conferencias, el diálogo normal en la calle, los medios de comunicación, en toda su variedad, los periódicos, etc. Con lo cual se deduce e induce, que en realidad, consumimos y absorbemos mucha producción e interpretación del mundo, tanto del cosmos interior y exterior. El libro, siempre se habla de la crisis del libro, que se producen muchos, que apenas se venden o tienen tirada, que es un milagro que un libro tenga enorme éxito. El libro es solo un medio/formato/instrumento de difusión de ideas/datos/conceptos/imágenes/enunciados…
Rosa Belmonte, en la Agencia Colpisa, nos publicó un artículo: Publicar, el 30 de septiembre del 2022 nos narra/relata-comenta algo del mundo de la publicación, del libro, de los éxitos y de los fracasos… Olvidamos que el saber científico, está dirigido en primer lugar, para especialistas y expertos. Y, después, si estos lo aprueban, puede llegar al gran público, en forma de lecturas, pero por lo general, en forma de resultados en distintas materializaciones. Un artilugio equis, está formado y conformado por docenas de inventos y descubrimientos y conocimientos que la humanidad ha ido realizando, en distintos saberes. La mayoría de los mortales utilizamos ese artilugio, pero no sabemos, toda la información que llevan dentro –dicen que un submarino nuclear, es el artilugio que más bits de información tiene de todo lo que el hombre ha hecho hasta ahora, más que los cohetes espaciales, incluso-.
Pero la cultura literaria, por ejemplo, una obra para que tenga valor, pasa por dos sistemas de selección, los especialistas o expertos, pero también el público en general. Por lo cual, muchas obras son juzgadas por la sociedad, pero la sociedad puede tener gusto y lo tiene, pero no tiene porqué saber de literatura en todos sus aspectos. Una novela equis, de gran experimentación, puede suceder, que no sea publicada en una editorial con suficiente audiencia, porque saben que no va tener público suficiente. Por lo cual, un campo de descubrimiento e investigación se puede perder, porque no existirán receptores.
Pero una ecuación matemática nueva, se publicará en una revista especializada, aunque solo la lean, diez personas, y la entiendan solo diez personas. Por eso la ciencia avanza y las humanidades, siempre llevan una muleta y un corsé, siempre está herida por el tiempo del retraso. Por eso, la enorme importancia de conservar, para que generaciones futuras puedan analizar con más racionalidad el pasado… ¿Acaso es que la generación del 27 solo está formada por treinta personas y autores/as, no pueden existir unas decenas más, escondidos en provincias, es más, posiblemente, se hayan perdido ya mucha de su producción de/en su momento…?
Acepto, como no pude ser de otra manera, que existen millones de productos culturales, en todos los saberes, acepto, como no puede ser de otro modo, que existen más cantidad de producciones que lo que se puede consumir, pero no puedo aceptar, que en una era, como la de hoy, que se recicla el plástico, los metales, el cemento y mil otras cosas, no se pueda conservar, sea en forma de imagen, texto, todo lo que se produzca a nivel cultural. No puedo aceptar, que millones de productos culturales, generación tras generación se pierdan y destruyan y deterioren y olviden y desaparezcan.
Puedo entender y comprender, que no se podrán conservar los millones de pinturas y cuadros y esculturas, y, otros saberes, en otros materiales y formatos. Pero pienso que hoy, los sistemas informáticos, podría conservar todo lo que se produce para generaciones futuras, en bits de información, no digo físicamente, pero si en imágenes y textos… porque es una riqueza producida, riqueza cultural. Y, quizás, dentro de cien años, obras de hoy, que no se valoran, dentro de diez décadas se percibirán y analizarán de otro modo… obras que hoy no se valoran, porque no tengan calidad o profundidad o esencialidad…
¿Pero yo les digo, a los expertos en teatro del siglo de oro español, cuántas campanas tocarían durante semanas, si detrás de un doble muro, en una casona de la provincia de Valladolid o de Toledo, encontrarán cien obras de teatro, de autores quinta categoría, sin valor para su época, de cincuenta autores, que desconocían hasta ahora que existieran…? ¿Cuánta alegría sería para los departamentos de Filología Hispánica, cuántas tesis empezarían, cuántos conceptos se modificarían del conocimiento actual sobre ese periodo…? ¿Y, algunas de ellas, desconocidas de Lope de Vega, Calderón, Cervantes…?
http://twitter.com/jmmcaminero © jmm caminero (06-09 noviembre 2022 cr).
Fin artículo 3.265º: «Reciclar la cultura y la Cultura».