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Survival reclama un plan de seis puntos para hacer frente a la crisis
«La crisis sanitaria catastrófica y sin precedentes que azota al Pueblo Yanomami en el norte de Brasil es un genocidio que se viene gestando desde hace años», ha declarado hoy la directora de Survival Brasil, Sarah Shenker.
«El expresidente Bolsonaro abrió deliberadamente las puertas al territorio y animó a miles de buscadores de oro a entrar en él. Desmanteló el servicio de salud indígena, alentó a los mineros a invadir esas tierras e ignoró las peticiones desesperadas de las organizaciones indígenas, de Survival y de muchas otras para que interviniera cuando se vio claramente la magnitud la crisis.»
«Los mineros (que han propagado enfermedades, contaminado los ríos y envenenado a la gente con mercurio, destruido los bosques, y desatado la violencia) son la causa evidente de este desastre.»
«Los resultados están bien documentados: 570 niños yanomamis de menos de 5 años han muerto por enfermedades evitables desde que Bolsonaro llegó al poder; niños yanomamis mueren de malnutrición a un ritmo 191 veces mayor que la media nacional; 8 de cada 10 niños yanomamis sufren malnutrición crónica en las regiones de Auaris y Maturacá; etc.»
«Apreciamos que ahora el presidente Lula haya calificado esto como lo que es: un genocidio. Reclamamos que se aplique con carácter de extrema urgencia un plan de seis puntos:
1. Expulsar a los mineros. Esto ya se hizo con anterioridad en la década de 1990, pero exige verdadera voluntad política y los fondos para llevarlo a cabo.
2. Enviar los equipos sanitarios que se necesitan desesperadamente y asegurar que contarán con financiación a largo plazo.
3. Enjuiciar a los políticos y hombres de negocios que han sacado provecho de este genocidio, tanto en el Estado de Roraima como en otros lugares.
4. Desmantelar las violentas bandas criminales que operan actualmente en la zona y llevar a juicio a quienes hayan atacado y asesinado a yanomamis.
5. Depurar las cadenas de suministro para garantizar que quienes adquieran oro brasileño puedan estar seguros de que ha sido producido legalmente.
6. Asegurar que esto no vuelva a ocurrir nunca más: los territorios indígenas necesitan una protección adecuada frente a toda invasión y robo de tierras y la voluntad de hacer que se respete. Es necesario reforzar los puestos de vigilancia oficiales cerca de las comunidades yanomamis no contactadas.
Los primeros pasos dados por el Presidente Lula y su equipo son alentadores. No hay ni un minuto que perder, y las organizaciones indígenas de Brasil y Survival nos mantendremos vigilantes para ver si las palabras se traducen en hechos.»