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Enmarcado en la conmemoración del 25 de febrero, Día por la Igualdad Salarial, el Sindicato CCOO ha presentado hoy en rueda de prensa su informe sobre la situación sociolaboral de las mujeres trabajadoras en Málaga. Del mismo se desprende que la brecha salarial ha ido reduciéndose en los últimos años, principalmente por las medidas adoptadas por el Gobierno de coalición del PSOE-UP, y a los acuerdos impulsados por CCOO y los agentes sociales. Sin embargo, la brecha aún existe y es alta. En Málaga es del 20,1%, y las mujeres trabajan gratis 90,4 días al año, o lo que es lo mismo, desde el 2 de octubre hasta el 31 de diciembre no cobran por ello.
(Comunicación CCOO Málaga) Hoy se ha celebrado una rueda de prensa en CCOO con motivo del 22 de febrero, Día por la Igualdad Salarial. Este acto ha contado con la intervención del secretario general de CCOO de Málaga, Fernando Cubillo, la secretaria de Empleo y Formación de CCOO de Málaga, María José Prados, y la secretaria de Mujeres e Igualdad de CCOO de Málaga, Susana Torres. En él, los asistentes han manifestado que “aunque la brecha salarial se va reduciendo poco a poco, aún sigue siendo alta”. Las políticas en materia de empleo y conciliación que se están aprobando por el Gobierno de coalición del PSOE-UP, y los acuerdos impulsados y firmados por CCOO y los agentes sociales están teniendo resultados positivos. Así, según Fernando Cubillo, esta brecha se ha reducido entre los años 2015 y 2021 un 3,76%. Principalmente, ha asegurado el líder sindical, “este descenso paulatino se debe a tres factores principales: la subida del SMI, la firma de planes de igualdad y las auditorias retributivas, junto con los efectos positivos que está teniendo la reforma laboral, al imposibilitar el descuelgue de convenios en materia salarial”.
Sin embargo, Fernando Cubillo ha advertido que “aún queda mucho por hacer, y que se tardaría 46,7 años en llegar a la igualdad salarial real”. Por ello, ha reclamado que “la reforma laboral se aplique con más decisión en todas las empresas sobre todo para poder actuar sobre las jornadas parciales involuntarias de las mujeres”. También ha afirmado que “es necesario que las empresas acepten tanto las cláusulas de revisión salarial como la revisión de las categorías afectadas por la subida del SMI y que, en consecuencia, deben subir sus salarios proporcionalmente, algo que se notaría especialmente en las categorías inferiores que son las más feminizadas. Es decir, hay que realizar una negociación colectiva con perspectiva de género”.
En este sentido, Susana Torres ha destacado que “es esencial que se negocien más planes de igualdad, ya que Málaga solo cuenta con un total de 188 planes registrados, lo que supone un 16,5% del total (1.136)”. Al respecto, ha recordado que “estos planes nos permiten acceder a los registro retributivos y a los análisis para valorar los puestos de trabajo, si las empresas actúan con la transparencia a la que las obliga la ley que no siempre lo hacen”.
A su vez, ha añadido que “los planes de igualdad nos permiten acceder a los registro retributivos y a los análisis para valorar los puestos de trabajo, si las empresas actúan con la transparencia a la que las obliga la ley que no siempre lo hacen. Gracias a esas herramientas comprobamos, por ejemplo, que aunque las limpiadoras y los limpia cristales están en el mismo nivel profesional, en el primer caso son casi todas mujeres y en el segundo casi siempre hombres, y los sueldos de estos son mayores por efecto de los complementos que se les aplican. De hecho, estamos comprobando como los complementos salariales se usan con muchísima frecuencia para aumentar las diferencias salariales en favor de los hombres”.Para darle la vuelta a esta situación debemos introducir cláusulas sociales en pro de la igualdad de género, pero para que tengan éxito hay que identificar bien los aspectos con mayor incidencia en las desigualdades y debe haber voluntad de poner el foco en ellas tanto por parte del empresariado como desde las administraciones.
Entre los datos presentados en dicho informe, que registran el periodo comprendido entre los años 2011 y 2021, destacan que el ingreso medio anual en el año 2022 de una mujer malagueña asalariada equivale a 15.993 euros anuales frente a los 20.003 euros que perciben los hombres. Esto supone una diferencia de 4.011 euros, un 20,1%.
Además, en todas las ocupaciones existe brecha salarial, pero se dispara en las de baja cualificación. También aumenta según donde se viva, a menor tamaño del municipio, mayor es esta diferencia de salario. Por edad, también aumenta y está directamente relacionado con la conciliación.
Por su parte, María José Prados ha explicado que “si hacemos un análisis de la brecha salarial de género en cuanto al empleo en nuestra provincia, vemos que en los datos de la EPA del 2022, la tasa de actividad en las mujeres está casi 9 puntos por debajo de la de los hombres. Con una tasa de actividad en Málaga del 57%, las mujeres se sitúan en el 53% y los hombres en el 62%”.
Según la media de los datos del 2022 en la EPA, tenemos que las personas activas en Málaga crecen en 9.300, pero sólo el 28% son mujeres. En cuanto a las personas ocupadas, se ha crecido en 24.300, pero sólo el 34% son mujeres frente al 66% de hombres.
“Por lo tanto, una de las principales razones por la que se produce esta brecha salarial entre mujeres y hombres tiene que ver con en el acceso de las mujeres a los puestos de trabajo y el reconocimiento de personas inactivas todas aquellas mujeres que se califican como amas de casa. Esta parte del trabajo de los cuidados son los que no se ven, los que están infravalorados en nuestra sociedad, y que recae en su mayoría en manos de mujeres”, ha manifestado Prados.
En el último análisis de los datos del paro del mes de enero realizado por CCOO observamos como en el Sector de Sin Empleo Anterior, las mujeres jóvenes paradas son el 32% frente al 68% de mujeres mayores de 30. Inversamente proporcional a los hombres, que el 62% son menores de 30 y el 38% son mayores de 30. De aquí se desprende que aún existe en el mercado laboral un componente discriminatorio que las mujeres sufren en cuanto se acercan a la edad de la maternidad y cuidados de los menores.