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José Antonio Antúnez es un artista que irrumpe con fuerza en el mundo de la plástica. Su obra no deja indiferente. Desde hace un tiempo aporta esa manera especial que tiene de entender el arte desde la combinación de colores y el impacto visual en el que recrea un mundo de ilusión que recorre puntos de la vida con la que convivimos diariamente.
Hace unos meses expuso en el Bar La Galería una muestra de su obra. Recogió en sus cuadros puntos determinantes y expositivos de la vida agrícola, paisajística y humana con la que él ha convivid desde su infancia y donde el prisma de su visión personal da una impronta diferente a como podemos verla el común de los espectadores que nos acercamos a ella.
Antúnez tiene una especial impronta que raya entre la etnografía y un naïf muy primitivo que combina con un naturalismo lleno de lo cotidiano. Trae a sus lienzos almendros en flor, árboles frutales, olivos, sembrados… El hombre de la el calle o el del campo genuino con el que a veces convivimos, nos marca y nos determina en las apreciaciones que llevan nuestra propia impronta y la de ellos.
Ahora en una generosidad grande ha recogido y llevado las imágenes de la Semana Santa de Álora a la decoración de algo tan plástico y tan original como es un abanico. Antúnez ha decorado las varillas con algunas de las imágenes que se procesionan en Semana Santa. Un trabajo con un gran esfuerzo personal para tocar todos los aspectos identificativos de la imaginería religiosa pespunteadas con el sello de propio pintor.
Hasta aquí sería una manera más de expresión artística, pero no queda ahí la cosa. Esa obra se va a hacer pública en una exposición. Los beneficios de la venta se destinan a la Asociación de Alzheimer en un gesto que le honra en su manera altruista de ayudar a los más necesitados.
Imágenes del Nazareno de las Torres, Dolores Coronada, Jesús atado a la Columna, Jesús Orando en el Huerto, Virgen de la Ánimas, Virgen de la Soledad, Pollinica… Hasta un total de doce.
Las varillas del abanico tendrán un sentido pluridimensional: muestra plástica del artista de la pintura; aportación económica que identifica la solidad con un problema social de enorme calado como es la enfermedad de Alzheimer que azota a parte de la sociedad y, además, una manera de difundir la imaginería religiosa que no va a quedar reducida a la exposición procesional en los momentos puntuales de la Semana Santa.