Un total de 72 nuevos inspectores se han incorporado al sistema educativo andaluz

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(Prensa Junta de Andalucía) Luciano Alonso ha entregado en Málaga los carnés y los títulos administrativos que los identifica en el ejercicio de sus funciones y atribuciones.Un total de 72 nuevos inspectores de Educación se han incorporado al sistema educativo andaluz durante este curso. El consejero Luciano Alonso ha entregado en Málaga los carnés y los títulos administrativos que los identifican en el ejercicio de sus funciones y atribuciones y los acredita ante la comunidad educativa como autoridad pública.

Los nuevos inspectores, que superaron su última convocatoria de empleo público docente, han realizado la fase de prácticas previa a la adquisición de la condición de funcionario del cuerpo de Inspectores de Educación. Estos profesionales integran la quinta promoción de inspectores elevando la plantilla actual hasta los 261 inspectores e inspectoras en toda Andalucía.

Alonso ha recordado que el Consejo de Gobierno ha aprobado la oferta de empleo público para 2015, en la que se ha convocado 54 nuevas plaza para este cuerpo. En este sentido, el consejero ha subrayado que «ninguna comunidad autónoma de España apuesta de este modo por la labor de la inspección educativa, ni por el empleo público».

En el acto de entrega de los títulos, Alonso ha explicado que los inspectores «gozan de un lugar excepcional» en el sistema educativo porque son un elemento de unión, coordinación y asesoramiento entre la administración, los centros y el profesorado y los estudiantes y las familias. Asimismo, el consejero ha subrayado que los inspectores e inspectoras, más allá de sus tareas de asesoramiento, evaluación y supervisión, «garantizan que se sigan defendiendo en las aulas aspectos como la igualdad, la inclusión o la calidad educativa».

Para acceder a la condición de inspector de Educación, los aspirantes deben ser funcionarios de los cuerpos docentes, estar en posesión del título de doctor, licenciado o ingeniero, tener una antigüedad de al menos cinco años en el ejercicio de la función docente y, finalmente, superar el correspondiente proceso selectivo.