El actor Juan Diego visita el viernes La Térmica para encontrarse con sus seguidores

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(Prensa Diputación) La próxima sesión del ciclo ‘Un café con…’ tendrá lugar en la sala Málaga a las 18:00 horas.Las invitaciones se podrán recoger en La Térmica a partir de mañana martes, 24 de marzo.

El actor de cine y de teatro Juan Diego será el protagonista del tercer encuentro del año del nuevo ciclo ‘Un café con…’. Una iniciativa impulsada por el centro de creación cultural contemporánea La Térmica, coordinada por Manuel Velasco y que estrenó su propia madre, Concha Velasco, el pasado mes de enero.

Artistas del mundo de la televisión, cine, teatro, irán desfilando a lo largo de la temporada para entrar en contacto directo con su público, al que revelerán sus historias, ilusiones, anhelos, experiencias, entresijos de la profesión, en una charla con Velasco en la que además, los asistentes, formularán sus preguntas.

Tras la visita de la cantante y actriz Lolita, la sala Málaga de La Térmica (avenida de Los Guindos, 48) acogerá la cita con Juan Diego el viernes 27 de marzo a partir de las 18:00 horas. Las invitaciones podrán recogerse en el centro a partir de mañana martes, 24 de marzo, en el horario comprendido entre las 10:00 y 14:00 horas.

Juan Diego
Juan Diego Ruiz nació en Bormujos, Sevilla, en el 1942. Actor de cine y teatro español, aunque durante toda su carrera ha alternado las tablas con el cine y la televisión, fue a raíz del éxito internacional de ‘Los santos inocentes’ (1984), de Mario Camus, cuando su prestigio como intérprete traspasó las fronteras.

Su temprana vocación interpretativa cobró forma en 1957, cuando se subió por primera vez a un escenario. Tres años más tarde, en Sevilla, interpretó ‘Esperando a Godot’, de Samuel Beckett, un trabajo polémico que cimentó su prestigio entre la crítica. Amplió su formación en el Conservatorio de Música y Declamación, estudios que le permitieron entrar en contacto con Televisión Española (TVE).

Intervino en una gran cantidad de programas de la televisión estatal, entre telenovelas, producciones dramáticas y el popular Estudio 1. Aunque en 1964 debutó en el cine de la mano del director Eloy de la Iglesia, concretamente en el largometraje Fantasía a tres, durante muchos años su prioridad fue el teatro.

En 1984 se produjo un cambio importante en su actividad profesional a raíz del gran éxito de crítica y público de ‘Los santos inocentes’, de Camus. Se trataba de una contundente y descarnada adaptación cinematográfica de la obra de Miguel Delibes en la que encarnaba magistralmente al señorito Iván, un despótico latifundista andaluz. Desde entonces, aunque nunca abandonó completamente el teatro, sus apariciones en la gran pantalla fueron más frecuentes.

Dos años más tarde volvió a demostrar su talento interpretativo dando vida a un personaje ideológicamente opuesto a él. Se trataba del general Francisco Franco, a quien dio vida en Dragon Rapide, de Jaime Camino. Por este trabajo sería nominado por primera vez a un premio Goya, el de mejor actor principal, en la primera edición del certamen.

En la década de 1990, después de un lustro de intensa actividad cinematográfica, volvió a centrarse en su pasión de siempre, el teatro. Después del éxito de ‘El rey pasmado’ (1991) de Imanol Uribe, que le valió su primer Goya por un papel de secundario, sus apariciones en la gran pantalla fueron haciéndose menos frecuentes.

En 1999 intervino en el que fue el último largometraje de Luis García Berlanga, París-Tombuctú, en el que encarnaba a un anarquista que se paseaba desnudo por el pueblo. Por este papel volvió a hacerse con un Goya al mejor actor secundario.

A partir de 2005 inició su participación en la exitosa serie de televisión ‘Los hombres de Paco’, en la que interpretaba al comisario jefe don Lorenzo, en un nuevo ejercicio de desmarque de su propia personalidad y en la XXI edición de los premios Goya obtuvo por fin su primera distinción como mejor actor principal por su papel en ‘Vete de mí’, de Víctor García León.

La Asociación de Escritores Cinematográficos de Andalucía (ASECAN) decidió homenajear a Juan Diego en el año 2000. Tres años más tarde fue el gobierno autónomo de la comunidad el que decidió otorgarle la Medalla de Andalucía y el premio José Val del Omar.