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(Esperanza Mena) Bueno, Esperanza, volvamos a empezar a charlar, que hace mucho tiempo que no lo haces.
Por unas cosas o por otras, te has ido rezagando y volviéndote perezosa, pero ¡se acabó!.Hay que ponerse las pilas y coger el toro por los cuernos.
La verdad es que miedo me da, pues el nuevo año no ha empezado muy bien que digamos, si nos fijamos en las principales noticias. Parece que el mundo se ha vuelto loco; mujeres y niños muertos a manos de los que tenían el deber de cuidarlos y, no solo eso: está el nuevo gobierno o desgobierno, pues al paso que van, no se sabe quién es quién.
Bueno, la política no es lo mío, a mí me gusta la poesía y las cosas bonitas que nos da la vida aunque sean pocas; pero esas pocas hay que disfrutarlas al máximo, y aunque tengamos que seguir el río de la vida, sigamos en su corriente que seguro nos llevara a algún sitio bonito.
EL RÍO DE LA VIDA
Si te metes en el río de la vida
tendrás que seguir en la corriente
pues no podrás nadar nunca hacia arriba.
Te llevará por senderos tortuosos
y praderas con remansos deliciosos
o bravío correrás impetuoso.
Tendrás que pensar en el camino
que harás con tu vida o con tu sino
y lucharas por llegar a tu destino.
Si te deja, este río de la vida
disfrutarás de placeres infinitos
pero tendrás, bajadas y subidas.
Sufrirás como todo ser humano
y si la suerte la tienes de tu lado
la felicidad la tendrás entre tus manos.
Mas no te fíes de falsos espejismos
y no mires las flores de la orilla
pues te pueden llevar hasta el abismo.
Sigue recto vadeando la corriente,
sé honesto, leal, no lisonjero,
y podrás vivir decentemente.
Y ese río de la vida te guiara
lentamente hasta un lugar
donde la vida, puedas disfrutar.