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La Comisión Ejecutiva y el Consejo Municipalista aprobaron esta declaración oficial en las reuniones celebradas la pasada semana en Alhaurín de la Torre
Los Órganos de Gobierno de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) aprobaron el pasado 15 de noviembre, en la reunión celebrada en la localidad malagueña de Alhaurín de la Torre, un Manifiesto para que todas las corporaciones locales de Andalucía se sumen al Día Internacional contra la Violencia de Género que se celebrará el próximo jueves 25 de noviembre.
El vicepresidente primero de la FAMP y alcalde de Alhaurín de la Torre, Joaquín Villanova, ha afirmado este lunes que “cuando se maltrata a una mujer, se maltrata a toda la sociedad. La violencia contra las mujeres es la máxima expresión de desigualdad. Por eso la lucha contra la violencia de género implica a toda la sociedad”. En este sentido, ha abundado que la labor de las instituciones “es reforzar los mecanismos de prevención, atención, apoyo y protección a las mujeres víctimas. Desde el municipalismo somos muy sensibles con este tema, los alcaldes y alcaldesas, somos los primeros en situarnos al frente de esta batalla”.
“Por eso un año más, la FAMP se une a esta conmemoración contra la violencia de género, mostrando la solidaridad con todas las víctimas, compartiendo su dolor y solidarizándose con su causa y la de sus familias”.
El Manifiesto hace referencia a que las Naciones Unidas (ONU) lo expresa con claridad: “La violencia contra las mujeres y niñas, arraigada en unas relaciones de poder desiguales entre mujeres y hombres, persiste como una crisis silenciosa y endémica”.
Esta situación se ha visto agravada en el último año y medio con la pandemia mundial del covid-19. En España, las llamadas al 016 se incrementaron notablemente durante el confinamiento. Desde el inicio de la crisis sanitaria se ha intensificado todo tipo de violencia contra las mujeres y niñas, sobre todo, la violencia en el hogar.
“La violencia contra mujeres y niñas es una de las violaciones de los derechos humanos más extendidas, persistentes y devastadoras del mundo actual sobre las que apenas se informa debido a la impunidad de la cual disfrutan los perpetradores, y el silencio, la estigmatización y la vergüenza que sufren las víctimas”.
El Manifiesto recoge que la violencia se visualiza física y sexualmente. La “Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer” emitida por la Asamblea General de la ONU en 1993, define la violencia contra la mujer como “todo acto de violencia que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o sicológico para la mujer; así como las amenazas de tales actos, la coacción o privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada. Los efectos psicológicos adversos de la violencia contra las mujeres y niñas, al igual que las consecuencias negativas para su salud sexual y reproductiva, afectan a las mujeres en toda etapa de sus vidas”.
Villanova apunta que “desde los gobiernos locales andaluces debemos reforzar una mirada más sensible al género, debemos aunar esfuerzos para poder paliar el daño real causado en las vidas de las mujeres y las niñas, como consecuencia de la violencia machista; más aún en estos momentos de crisis cuando los organismos nacionales e internacionales alertan de que durante la pandemia el enfoque de género ha dejado de ser un asunto prioritario”.
En este sentido, ha denunciado que “la violencia contra las mujeres es especialmente dura en las zonas rurales”. Así lo recoge un estudio realizado por la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (FADEMUR) entre diciembre de 2018 y enero de 2020, titulado “Mujeres víctimas de violencia de género en el mundo rural”.
Pero también, se ha mostrado “optimista” al reconocer que el Pacto de Estado contra la Violencia de Género “ha supuesto un antes y un después para abordar desde las instituciones la violencia de género porque ha puesto a disposición de los territorios y entidades locales los fondos para prevenir y combatir la violencia de género. Este Pacto ha logrado unir a las fuerzas políticas e institucionales de España para mejorar la situación de las mujeres víctimas de esta lacra. Y eso es un éxito de toda la sociedad”.
Finalmente, el vicepresidente de la FAMP ha argumentado que “en este vigésimo primer aniversario de la designación por la ONU del día 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, cuando seguimos padeciendo las devastadoras consecuencias de la pandemia ocasionada por la Covid-19 y cuando las entidades locales estamos jugando un papel fundamental, aglutinando y cohesionando el ecosistema local, queremos alzar nuestra voz desde el compromiso, la cooperación y la fortaleza del municipalismo andaluz”.