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Cuando se trata de un proceso de desahucio por impago de alquiler hay varios aspectos que tienes que considerar, entre ellos contar con un buen abogado.
Recordemos que un desahucio es un proceso judicial, al cual tiene que acudir el arrendador o propietario de una vivienda o local para que el juez quite la posición del inmueble al inquilino. Todo esto para obtener devuelta la propiedad.
El proceso de desahucio por qué el inquilino no paga el alquiler, comienza con la demanda reclamando la deuda y pidiendo el desahucio por falta del pago.
Recordemos que, aunque se puede reclamar solo la renta, en este punto no estaríamos hablando de un proceso de desahucio, sino de una reclamación de renta.
Además, no tiene sentido reclamar renta sin un desahucio, ya que este último es una potente herramienta para presionar al propietario a pagar la renta.
De igual forma, se va a reclamar las costas, es decir, el juez tiene que condenar al inquilino para que pague al propietario lo que ha gastado en el proceso de desahucio, esto incluye los gastos del abogado de desahucio por impago de alquiler y procurador.
Una vez que se realice la demanda el letrado de la Administración de Justicia va a requerir al inquilino, y le dará tres opciones. La primera es que abandone la vivienda y realice el pago de las rentas que debe.
Hay que mencionar que se permite perdonar las rentas debidas a cambio de abandonar la finca en el plazo que determinemos. Pero siempre podemos reclamar las deudas si no se concede esta opción.
Al inquilino se le tiene que ofrecer al menos un plazo de 15 días desde la notificación de la demanda para que abandone la vivienda. La segunda opción que se le deja al inquilino, es enervar la acción pagando lo debido, básicamente pagar lo que debe para permanecer en la vivienda.
No obstante, los desahucios sólo pueden enervarse en una ocasión, así que, si se vuelve a producir el mismo problema, no se podrá enervar de nuevo.
La tercera y última opción que le queda al inquilino, es oponerse a nuestra demanda, y para hacerlo tiene que demostrar que ha pagado las rentas que se le reclaman. Por esto último es que esta opción es muy poco común.
Hay que mencionar que el inquilino tiene un plazo de 10 días para tomar una decisión. Por otro lado, en este decreto se indicará la fecha de juicio y el lanzamiento.
Desde este punto pueden pasar tres cosas, la primera es que el inquilino abandone la vivienda.
Si es el caso, entonces se deja sin efecto la diligencia de lanzamiento, pero siempre es importante que instemos su mantenimiento. Para ello sirve el acta sobre el estado de la vivienda, con la cual podemos reclamar para realizar las reparaciones oportunas.
La segunda vía, es que se lleve a cabo la vista, que es cuando tu abogado y el de tu inquilino defienden los intereses de cada uno de sus clientes.
Por ende, debes tener un buen abogado, nuestra recomendación es que elijas a los profesionales de JR Abogados, un despacho dirigido por el prestigioso letrado Don José Ramón Felipe Condes.
Por lo general, esto último suele ser poco común en impagos de alquiler, a menos que sea en caso de enervación. La razón es porque el inquilino tiene que demostrar que realizó los pagos en tiempo y forma.
Lo último, sería el lanzamiento del inquilino, y cuando hablamos de “lanzamiento” nos referimos precisamente al desalojo. Este se lleva a cabo con asistencia de la policía, en el día y la hora establecida.
En ese momento puedes acudir a tu vivienda acompañado del personal del juzgado y la policía judicial. De este modo, el inquilino será sacado de la vivienda y se levantará un acta sobre el estado de la misma.
Este es básicamente todo el proceso de desahucio por impago de alquiler. Con respecto a cuánto tiempo te llevará recuperar tu vivienda, la respuesta es que depende de la carga de trabajo del juzgado.
Además, hay formas en las que se puede entorpecer el procedimiento, como que el inquilino se oponga a la demanda y solicitar un abogado de oficio.
La mejor forma de que el proceso sea rápido, es contar con un buen abogado e iniciar las acciones de inmediato. De este modo, si todo el proceso transcurre sin problema en poco más de 3 meses tendremos nuestra vivienda de nuevo.
