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El CEIP Emilia Olivares de Alhaurín el Grande ha llevado a cabo un acto homenaje en memoria de Diego Pérez Castillo, quien falleció a causa del coronavirus. El evento se celebró el 29 de marzo y contó con la presencia de su viuda, hijos y familiares; de la alcaldesa de Alhaurín el Grande, Toñi Ledesma; de la directora del colegio, Eva Durán; profesorado, alumnado y una nutrida representación del mundo del flamenco.
Durante el evento, se inauguró el patio principal y la pista polideportiva del colegio. El patio ha sido bautizado con el nombre de “El patio de Diego Pérez”. En “una zona privilegiada del patio, bajo tres pinos sembrados por el propio Diego, Antonio Rubio y María Martín cuando se jubilaron”, se encuentra desde hoy el monolito en honor al maestro. Eva Durán explicó que la propuesta se llevó al Consejo Escolar y al Claustro, aprobándose por unanimidad.
Entre las intervenciones, Paula y Blanca, nietas de Diego dedicaron emocionadas unas palabras a su abuelo. “Para el mejor abuelo del mundo… era generoso y amable. Te echo de menos”, dijo Paula. “Con él se fue una parte de mi corazón”, confesó Blanca. La viuda de Pérez, Trinidad González Blanco, confesó que su marido era un entusiasta “en todo lo que se metía” y destacó su carácter amistoso. En el curso 79-80 la pareja comenzó a trabajar en el CEIP Emilia Olivares hasta la jubilación. “Fueron los mejores años de nuestra vida”, declaró.
“El germen de la semilla que sembró durante los 25 años continúa en el colegio”, manifestó Toñi Ledesma. “Siempre tenía una buena palabra, siempre lo recordaré, siempre estuvo ahí con una palabra de cariño en los momentos malos”, afirmó.
Diego Pérez fue maestro y director del Colegio Emilia Olivares y su pérdida, en febrero de 2021, fue muy sentida en la comunidad educativa y en el mundo del flamenco y las peñas. Durante cuatro años, fue presidente de la Confederación Andaluza de Peñas Flamencas. Durante su mandato recibió la Medalla de Oro de Andalucía. Pérez destacó por su apoyo incondicional a la cultura y al flamenco, además de por su gran calidad humana. A pesar de su partida, su legado sigue perdurando en la memoria de quienes lo conocieron.
El acto contó con diversas actuaciones. Álvaro Bravo Escribano, alumno de 5ª, interpretó con la guitarra la Saeta, una canción de Serrat basada en el poema de Antonio Machado. Por su parte, David Romero Fernández, de 6ª, tocó al piano la Sonatina n.º 1 op. 88. El grupo de baile de las clases extraescolares, a cargo de Ana M. Cabrera, bailó la rumba «el bichito del amor», mientras que Marina Badía, antigua alumna del centro, interpretó los Tangos de la Estrella, de Enrique Morente, y unas Cantiñas acompañada a la guitarra por Andrés Cansino.
El evento fue conducido por Marco A. Cortés Guerrero, antiguo alumno del CEIP Emilia Olivares, y las alumnas Arianna Ariza Spuden, Irene Alberca López y Ángela Guerrero Plaza; quienes en una demostración de que el colegio es bilingüe, alternaron las presentaciones en inglés y español. La presidenta del AMPA y María López Serrano, antigua alumna del colegio también tuvieron palabras de agradecimiento y recuerdos para el homenajeado.